La miel es uno de los alimentos más apreciados por el ser humano. Dulce y viscosa es producida por las abejas a partir del néctar y polen de flores del campo, que van depositando en las celdillas de cera creadas por ellas mismas.
Sus propiedades medicinales son múltiples, tanto para preparados internos como para ungüentos o pamadas externas. Para la piel es fantástica, además como un sustituto menos calórico al azúcar.
La forma de obtener miel es muy sencilla, pero por supuesto para eso necesitamos abejas☺. Podemos tenerlas en colmenas o bien en truébanos ( fijistas ). Éstas colmenas antiguas o fijistas no necesitan apenas mantenimiento, quedan casi exclusivamente destinadas a la recolección de miel.
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| truébanos |
Los truébanos tradicionalmente suelen ser de troncos secos de árboles o corcho. No necesitan paneles como las colmenas, simplemente dos palos cruzados en su interior. Las abejas llenarán de cera el interior y en ella irán depositando el polen recolectado, también serán de habitáculo para que la Reina ponga sus huevos.
De un truébano cortamos una parte de la cera con miel que las abejas ya han trabajado, normalmente por septiembre u octubre en Asturias. Lo sabremos cuando las celdillas ya están operculadas, es decir cerradas. Recolectaremos un 30 %, el resto será de alimento para las abejas durante el invierno. Lo exprimimos a mano, colamos en un recipiente y dejamos reposar unos días . Envasamos en tarros de cristal.
La miel no se pierde, de modo que podemos guardarla durante años.
La miel por el invierno tendrá una consistencia espesa y sólida , en cambio por el verano será líquida y fluida. Las mieles pasteurizadas, es decir, las que se mantienen durante todo el año en estado líquido, no son recomendables, han perdido todas sus propiedades al ser calentadas a 70 ºC
Elena♥Tierra Toba
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